El 26 de marzo se conmemora el Día Mundial de la Epilepsia o también denominado “Purple Day”.

Su fundadora, la canadiense Cassidy Megan, inició el proyecto en 2008 siendo una niña con tan sólo 9 años. Cassidy fue diagnosticada de epilepsia a los 7 años y decidió organizar un “Día Púrpura” motivada por su propia lucha contra la enfermedad con el objetivo de concienciar, dar visibilidad consiguiendo con ello erradicar falsos mitos y recordar a todas aquellas personas que sufren la enfermedad que no están solos y para ello decidió acudir al Parlamento canadiense con una de sus camisetas confeccionada para la ocasión haciendo partícipes a todos los senadores de la necesidad de conocer qué es la epilepsia y que se hable de ella.

Cada uno de nosotros aportando su pequeño granito de arena y nosotros desde la asociación a través de talleres, campañas, mesas informativas, medios de comunicación, apoyando la investigación, etc., conseguiremos que tarde o temprano la epilepsia sólo sea “un mal sueño”.